miércoles, 5 de octubre de 2011

ARCHIVO PARANORMAL




Red de tuneles en la isla de pascua
Entre los nuevos descubrimientos realizados en la Isla de Pascua destaca el llevado a cabo por un equipo de espeleólogos que ha encontrado un túnel de 6 km de longitud que fue usado como refugio de los indígenas en la época de las guerras internas.

Un grupo de expertos acaba de hacer público el estudio de 45 cuevas perforadas en la característica roca volcánica de la Isla de Pascua (Chile). Siempre habían estado allí, pero hasta ahora nadie las había explorado. Todas ellas forman una red subterránea de 11 km de longitud que seguramente fue usada como refugio por las diferentes tribus que habitaban la isla durante los siglos XVI y XVII, época en la que sufrieron varias guerras internas que, posiblemente, las abocaron a la desaparición.
Casi cinco años de trabajo

La expedición comenzó en 2005 en la zona de Roiho, la más oriental de la isla. Allí se descubrió la entrada a las cuevas, en cuyo interior los arqueólogos han encontrado varias piezas de gran valor, como puntas de flecha y de lanza, hachas, diversos utensilios, petroglifos y los restos de unas 30 personas. Las investigaciones han demostrado que las cuevas fueron empleadas como refugio durante las guerras tribales. Estos enfrentamientos están ligados a la historia de los famosos moais que han dado fama mundial a Isla de Pascua. Esculpidos en algún momento del siglo XVI, estos monumentos de piedra parecen ser el eco del misterioso origen de la isla, cuyos habitantes primigenios, según las leyendas locales, eran blancos y de pelo rojizo. Seguramente estas fábulas hagan alusión a los pobladores que llegaron de otra isla, situada más al sur, que se debió de hundir en las aguas del Océano Pacífico tras una catástrofe marina, lo que al poco tiempo propició la aparición de guerras entre los dos pueblos.

LAS GUERRAS TRIBALES
La verdadera razón por la cual desaparecieron los habitantes de Isla de Pascua, además de la presencia de los europeos, siempre ha sido una incógnita. Las guerras internas, la degradación del ambiente como consecuencia de la deforestación, las épocas de sequía y el hambre son algunas de las respuestas que se han dado al misterio. Tal vez la investigación de los materiales encontrados en esta enigmática red de túneles aporte nuevos datos.

Un lugar recóndito: Llegar a Isla de Pascua no es una tarea fácil. Al elevado precio del viaje hay que sumar otros inconvenientes e incomodidades que convierten su visita en la meta de unos pocos afortunados, cuyo interés en los moais y en los misterios de la isla es capaz de derribar todo tipo de dificultades.

El descubrimiento de Rapa Nui: El domingo de Pascua de Resurrección del año 1722 el marino holandés Jacob Roggeveen se topó en el Pacífico, a 3.700 km de la costa chilena, con una isla extraña. Sus dimensiones no eran muy grandes, pero desde la costa podía divisarse la misteriosa presencia de lo que parecían ser unas enormes esculturas que daban la espalda al mar. Roggeveen había descubierto Rapa Nui, más conocida como Isla de Pascua o Easter Island para los anglosajones.




Cruz cósmica, la amenaza sideral
Los planetas más lentos forman este verano tensos aspectos que pueden desembocar en graves crisis y catástrofes en los lugares menos previsibles. Pero puede que esta dura coyuntura sea solamente el inicio del cambio hacia un mundo nuevo. Desde hace tiempo se viene hablando del final del calendario maya, que coincidirá con el mes de diciembre del año 2012, una fecha que está a la vuelta de la esquina. Se especula sobre todo lo que puede conllevar.
¿Llegará el fin del mundo? ¿Debemos esperar algún cataclismo? Pues bien, desde el punto de vista de la astrología el momento de mayor peligro para la humanidad, si es que se produce realmente, no será en 2012, sino este mismo año y, más concretamente, ¡ahora mismo! Efectivamente, durante este verano se están formando, y van a seguir haciéndolo, unas configuraciones astrales de carácter sumamente tenso entre planetas de desplazamien-to muy lento, como es el caso de Saturno, Urano o Plutón, lo cual agrava sus consecuencias. Todos ellos tienen una muy bien ganada fama de maléficos o peligrosos desde la Antigüedad.
Tensión creciente
Desde el inicio de 2010 estamos asistiendo, en orden creciente, a una serie de amena-zas de todo tipo: desde el agravamiento de la crisis de la economía europea a mareas negras, terremotos, erupciones volcánicas y otro tipo de catástrofes naturales. No resulta extraño, porque el conjunto de afl icciones astrales que se está produciendo a lo largo de este año, y que va a tener su culminación en el presente verano, son poco o nada usuales. Se trata de una coyuntura astrológica mucho más peligrosa potencialmente que la famosa cruz cósmica de agosto de 1999, pro-fetizada por Nostradamus y de la que tanto se habló en su momento. Por aquellos días yo dije que no había que esperar un fin del mundo y para esta nueva configuración, que es mucho más grave, pienso lo mismo. Ahora bien, sus consecuencias serán problablemente mucho peores en todos los aspectos, o así, al menos, lo indican los astros. Desde que comenzó el año la tensión planetaria ha ido en aumento. Primero se produjo una cuadratura, el 31 de enero, entre Satur no y Plutón; después una oposición entre Sa-turno y Urano el 26 de abril, que había sido precedida de un paralelo de oposición el 23 de marzo. Más tarde Júpiter y Saturno formaron otra oposición el 23 de mayo. Finalmente, Urano entró en el violento signo de Aries el 28 de mayo y Júpiter lo hizo el 6 de junio. Estos dos planetas se unieron en conjunción dos días después, el 8 de junio. De este modo el pasado mes se formó en el cielo lo que se conoce en términos astrológicos como una T cuadrada entre los planetas Júpiter, Sa-turno, Urano y Plutón. Constituye un aspecto que enfrenta a varios planetas entre sí y que está considerado uno de los más tensos.




En Límite Frank Schätzing, autor de la exitosa El quinto día, lleva al lector a la Luna en busca de la energía que empieza a escasear en el planeta Tierra. El ser humano pelea por colonizar el espacio exterior en una “guerra de las galaxias” del siglo XXI. Hablamos con el escritor alemán de todas las preguntas que suscita este thriller, apto solo para quienes buscan buenas historias.
–Sitúa su novela en un futuro próximo, apenas 15 años, y la acción transcurre en un período de dos meses. ¿Cree que todo va tan rápido?
–Las evoluciones sí se producen muy rápido. Por ejemplo, en los años 50 creíamos que al final del siglo XX íbamos a viajar en naves espaciales hacia otros planetas y hacia otros sistemas solares, y que construiríamos ciudades en el espacio e incluso que tendríamos robots inteligentes que harían todo nuestro trabajo. Y nada de esto se ha producido. Sin embargo, en un plazo relativamente corto, ha nacido un fenómeno llamado Internet, con el que nadie había contado y que ha cambiado mucho nuestra vida. Creo que los avances y el progreso se producen de una forma exponencial.
Los confines de la Tierra
–¿Se nos queda pequeña la Tierra?
–Me temo que sí, que se nos quedará muy pequeña. Según unos recientes datos demográficos, en 2050 seremos entre 8.000 y 10.000 millones de humanos. En Límite planteo la opción de habitar otros planetas, pero ¿a quién se le ocurre vivir en la Luna, en Marte o en otros planetas habitables con lo lejanos que están de nosotros? Tenemos que esforzarnos en llevar las cosas por el buen camino aquí en la Tierra.
–En el escenario de su novela hay una escasez brutal de recursos energéticos: el petróleo se ha desplomado y las energías renovables no llegan a abastecer la demanda. ¿Es esto catastrofismo o realismo?
–Fíjese que este planteamiento ni siquiera es ciencia ficción, porque ya nos encontramos en esta situación de escasez. Acabamos de comentar que nuestro planeta acabará resultando pequeño para nosotros y habrá que preguntase si disponemos de suficientes recursos para todos. Comenzando por el petróleo y acabando por los recursos hídricos. Por consiguiente, la novela no es ciencia ficción porque aborda una problemática muy actual. Aunque sí he de decir que a través de la literatura expongo esta situación en clave de ciencia ficción y de thriller.
–Se percibe, por los temas que aborda en sus libros y por la manera en que los plantea, que es usted una persona comprometida con el ecologismo.
–Es cierto. En primer lugar, con mis libros quiero entretenerme a mí mismo y luego a los demás. No me gusta leer a esa gente que tiene un mensaje y como pretexto va construyendo una historia a su alrededor. Pero evidentemente hay cuestiones que me preocupan mucho y que me interesan, y todas ellas quedan reflejadas en la novela. Si alguno de los lectores sigue pensando en estas cuestiones al acabar Límite, evidentemente, me alegrará mucho. Pero también considero lícito que solo se disfrute de la lectura.
–¿Qué quiere que encuentre el lector en las casi 1.400 páginas de Límite? ¿Hay algún mensaje?
–Yo no tengo mensajes.

 



Una mujer americana llegó a Europa 500 años antes que Colón al Nuevo Mundo.
Investigadores del CSIC nos desvelan la evidencia incuestionable del primer contacto de Europa con América, casi 500 años antes de los viajes de Cristóbal Colón. Han detectado y seguido el rastro a un linaje amerindio de inexplicable presencia en Europa a no ser porque los vikingos, a su vuelta de Groenlandia, trajeran con ellos a una mujer nativa.
En torno al año 1000, una mujer físicamente antagónica a los islandeses llegaba a puerto en Noruega desde las tierras lejanas al otro lado del mar. Tenía el rostro ancho, los pómulos marcados y la nariz carnosa, la tez más bien amarillenta y el pelo más lacio y negro que jamás hubieran visto los lugareños. Sus ojos eran muy pequeños, aunque penetrantes y oscuros. Los expedicionarios, que por fin regresaban a casa, la obligaban a abandonar el navío en el que había realizado una larga travesía.
Años de viajes que se recogieron en dos sagas islandesas medievales, la Saga de los groenlandeses y la Saga de Erik el Rojo. Las obras relatan las aventuras de los vikingos liderados por Leif Eriksson, hijo de Erik el Rojo, que llegaron a América y se asentaron en Vinland, un vasto terreno ubicado en las zonas del Golfo de San Lorenzo, Nuevo Brunswick y Nueva Escocia, la actual Canadá. Durante mucho tiempo los historiadores dudaron de la autenticidad de las sagas, hasta que en 1961 se comprobó su base histórica al hallarse las ruinas del asentamiento vikingo de Leifbundir (L’Anse aux Meadows) en la gran isla de Terranova, en la costa nordeste de Norteamérica.
Según los textos islandeses, Vinland fue abandonado por ser “morada de un pueblo hostil” que llamaban
skraelings (“hombres feos”). Se enfrentaron y en la lucha murieron contendientes de ambos bandos, entre ellos Thorvald, hermano de Leif Eriksson. De acuerdo con las sagas, decidieron entonces abandonar el sueño de colonizar Vinland y regresaron a casa, pero no lo hicieron solos, se llevaron consigo a una indígena. Una mujer cuyo legado ha llegado a nuestros días, perpetuándose su ADN mitocondrial en cuatro familias islandesas.
El linaje materno es del tipo C, típico de los indígenas americanos y del este de Asia, y está ausente en Europa. “Se pensó en un primer momento que procedían de familias asiáticas establecidas recientemente en Islandia, pero cuando se estudiaron las genealogías familiares, se descubrió que las cuatro familias provenían de antepasados situados entre 1710 y 1740 y que pertenecían a la misma región del sur de Islandia, cercana al enorme glaciar Vatnajökull”, señala el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Carles LaluezaFox, que trabaja en el Instituto de Biología Evolutiva.
“Como la isla quedó prácticamente aislada desde el siglo X, la hipótesis más factible es que estos genes correspondiesen a una mujer amerindia que fue llevada desde América por los vikingos hacia el año 1000. Curiosamente, este hecho habría permanecido oculto porque esta mujer era un personaje anónimo”, precisa el doctor en Biología.




El sepulcro de Santiago
Fue hallado en Israel en el año 2002.
La polémica suscitada por esta supueta reliquia parece haber llegado a su fin. Si hubiera sido auténtica habría permitido determinar que hubo un personaje histórico de nombre Jesús, con un padre de nombre José, y un hermano llamado Santiago. Sin embargo, a los científicos les ha llevado mucho tiempo ponerse de acuerdo sobre dicha autenticidad.
La polémica se ha centrado fundamentalmente en la fecha de origen de la inscripción “Ya’akov Bar Yoshef Akhui di Yehshúah” (“Santiago, hijo de José, hermano de Jesús”). En 2003, tras efectuar diversos análisis científicos, se dictaminó que la última parte de la misma –“hermano de Jesús”– parecía más profundamente grabada que la primera y que podría haber sido añadida en un tiempo posterior. Por este motivo el Ministerio de Justicia israelí inició un procedimiento judicial por fraude contra el propietario del osario, el marchante de antigüedades Oded Golan.
A Golan se le acusó entonces de haber grabado la inscripción “hermano de Jesús” y de haberla recubierto con una pátina casera de tiza machacada y agua. Hasta ahora no se había dilucidado del todo en qué consistía dicha pátina, una prueba fundamental que puede permitir determinar la autenticidad del sepulcro, ya que es la vieja costra de siglos que se incrusta en todos los objetos antiguos.
Han pasado cinco años de deliberaciones para dilucidar la autenticidad o no del osario de Santiago y los jueces van a dictar ya veredicto. El arqueólogo Yuval Goren, de la Universidad de Tel Aviv, afirma ahora que la pátina contiene fósiles micromarinos y que cristalizó a una temperatura anormalmente alta. Ambos datos son claros indicios de una falsificación.

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